El fin del mundo para Windows XP

El fin del mundo para Windows XP

El fin del mundo para Windows XP

Desde hace unos días, los ordenadores con Windows XP instalado nos muestran un mensaje anunciando el final del soporte para este sistema operativo por parte de su suministrador Microsoft.

Desde el año 2002 en que vio la luz, Windows XP se ha convertido en un autentico betseller de los sistemas operativos, sobreviviendo a varios de sus sucesores. El XP era más popular, más robusto… Pero esta larga vida (informática) llega a su fin y lo hace en parte gracias a (o por culpa de) su éxito.

¿Quién quiere cambiar algo que va bien?

Aplicando el dicho informático de “si algo va bien mejor no tocarlo” muchas empresas y usuarios se resisten al cambio. Si a ello hay que añadir un desembolso casi obligado para mejorar el hardware con el fin de soportar los nuevos sistemas Windows 7 y 8… la crisis no ayuda demasiado. Tampoco la pérdida de cuota de ventas de ordenadores de sobremesa y portátiles, sustituidos por los atractivos smartphones y tablets.

Por todo ello Microsoft ha decidido que ya está bastante amortizado el producto y que ha llegado el momento de dar carpetazo al venerable XP, con el interés añadido de intentar aumentar las ventas de las nuevas versiones (actualmente W8).

¿Qué significa para el usuario y las PYMES?

En general de momento nada va a cambiar. Ya no podemos esperar grandes actualizaciones (aunque esto no es de ahora, pues hace tiempo que el navegador Web Internet Explorer no se puede actualizar en XP) ni soluciones para problemas de seguridad, pero el sistema seguirá siendo funcional. Mucho más funcional que si intentamos instalar un Windows 8 en un ordenador de más de 5 años de antigüedad. En ese caso, el planteamiento pasa por un ordenador nuevo con el nuevo sistema.

La receta a aplicar puede variar en función del perfil del usuario ya que si bien para un uso de ocio no suele haber problemas, para un uso profesional (autonomo o PYME) es importante comprobar la compatibilidad de los nuevos sistemas con el software que utilizamos en nuestro trabajo (gestión, facturación, tpv, etc..).

En este último caso, el consultar con un profesional que nos aconseje sobre la mejor opción y como migrar de un sistema a otro puede evitar muchos disgustos y ahorrar dinero y tiempo para nuestro negocio.

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Artículo publicado como colaboración en el periódico Villalba Comercial.